sábado, 9 de junio de 2007

Padre Alberto Hurtado (1947)

A la Política ¿Por Qué?

Muchos van a la política
para surgir,
para destacarse.
¡Motivos pobres!

Otros, para defender intereses
de un gremio obrero o capitalista,
o lo que es más triste todavía,
puramente personales:
para disfrutar de una influencia
que se puede hacer pagar.
¡Motivo indigno y bochornoso!.

Otros van a defender
intereses de su partido.
¡Motivo justo pero insuficiente!
porque sobre los intereses del partido
están los intereses nacionales.

Otros, Dios quiera que sean muchos,
van a la política para servir al país.....

A los políticos
quisiéramos los simples ciudadanos,
verlos de cabeza en los intereses de la patria,
estudiando con pasión
los medios de hacerla progresar,
de solucionar sus hondos problemas...

La política tiene una función social,
y precisamente porque los políticos
están más altamente colocados,
porque tienen una labor directiva,
de ellos ha de venir al país
un ejemplo de la moralidad
privada y pública,
de honradez,
de sobriedad de vida,
de trabajo,
de consagración al bienestar nacional.


Andrea dijo...

Estimado Jorge:
Durante este periodo en que me he ausentado ex profeso de El Mercurio (cuestionamientos personales) he podido leer atenta sus comentarios y sólo deseo felicitarlo. Fuera de la profundidad de su contenido, la creatividad inmersa en cada uno de ellos me ha dejado impresionada, gratamente.
En cuanto a mi partcipación sólo la haré de vez en cuando, no tengo la fortaleza debida para opinar sin que las respuestas afecten mi alma.
Pero leerlo es un verdadero gusto y se lo agradezco.
Lo saluda cordialmente
Andrea Balbontín Nesvara

11 de octubre de 2007 18:26

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Jorge:
Durante este periodo en que me he ausentado ex profeso de El Mercurio (cuestionamientos personales) he podido leer atenta sus comentarios y sólo deseo felicitarlo. Fuera de la profundidad de su contenido, la creatividad inmersa en cad uno de ellos me ha dejado impresionada, gratamente.
En cuanto a mi partcipación sólo la haré de vez en cuando, no tengo la fortaleza debida para opinar sin que las respuestas afecten mi alma.
Pero leerlo es un verdadero gusto y se lo agradezco.
Lo saluda cordialmente
Andrea Balbontín Nesvara